Estas esculturas son un ejemplo de la aplicación a la madera de técnicas de orfebrería, dando como resultado figuras armoniosas, de gran calidad técnica, y estéticamente bellas, dignas de ser habitadas por dioses y espíritus. La búsqueda de la belleza es la principal característica del arte Baulé. La mayor parte de las estatuas se presentan de pié. Los brazos están pegados al cuerpo y las manos reposan sobre el abdomen prominente. Las piernas flexionadas son pequeñas y gordas. Como en la mayor parte de la estatuaria africana, destacan sobre el resto del cuerpo la cabeza y el ombligo. La cabeza es desproporcionalmente grande. El rostro muestra ojos almendrados, cejas arqueadas, párpados semicerrados, nariz fina, y boca pequeña. El peinado también es importante, y consiste en una gran cresta central, de la que parten a un lado y a otro finas estrías reproduciendo el cabello. Las estatuas Baulé pueden representar a los antepasados (Blolo), en cuyo caso se cuidan como si se tratase de una persona de verdad, o a los genios de la naturaleza (Asie Usu).