TAPICES

El cultivo del algodón en África Occidental se extendió como consecuencia de la influencia del Islam, sustituyendo a la fibra vegetal, sobre todo la proviniente de la rafia, una palmera de hojas bastante largas. Hasta entonces, las telas eran patrimonio casi exclusivo de las clases más pudientes. Curiosamente, gran parte de las telas que se venden hoy día en África, provienen de sitios como Holanda, Estados Unidos o países orientales, y en su comercialización intervienen mayoritariamente exiliados libaneses. Sin embargo, se sigue utilizando la lana y el algodón para la obtención de tejidos mediante una técnica rudimentaria que implica el manejo de un telar. Sobre todo, en el medio rural, para confeccionar la vestimenta tradicional más elegante, y para las telas que sirven de soporte a los tapices. En los tapices, la impresión del color y de los motivos ornamentales puede hacerse mediante dos procedimientos, bién pintando directamente en el tejido, o bién tratándolo sucesivamente, hasta conseguir la decoración deseada.

En el caso de los tapices de Mali y Costa de Marfil, se ha empleado el primer método, aplicando una técnica tradicional que consiste en la utilización de punzones de hierro y de madera. Las líneas finas se marcan con algún objeto de hierro que termina en una hoja curva, siendo el grosor de su perfil lo que determina la anchura de las líneas. Para llenar espacios de pintura plana, se emplean punzones de madera. Los colores predominantes son el negro el ocre y el marrón, y se obtienen de ciertas sustancias minerales y vegetales.

Por favor, seleccione el tipo de tapices que quiere ver:

Bogolanes

Korhogo

Kente




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